Miedo y me nublé.
En dos momentos lo he sentido.
El primero, cuando diagnosticaron a mi abuela y el segundo, cuando recientemente hace unas semanas me dicen "vamos a hacer remisión a oncología". Debo confesar que sentí morir lentamente y lo único que pensé fue ¿y ahora qué?
No es fácil asimilar una noticia de este tamaño, con certeza sé que el mundo se paraliza y que es mejor callar hasta no tener mayor información y saber algo más.
Pero al final........
Sólo queda PARAR, tomar distancia y tomar una postura de OBSERVADOR. Solo así se da apertura a la REORGANIZACIÓN.
Y segundo, NO CALLAR, el silencio es el peor enemigo y pésimo consejero, porque no sólo afecta las relaciones con tu entorno, sino que individualmente te expone en un abismo de frustración, ira, fatiga, desesperación, desasosiego, víctimismo y sufrimiento.
Y tú, que sentiste?
Con amor,
Maria M
Psicología y Psicooncología
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